CONVOCATORIA 27 DE ABRIL DE 2008: ANTE EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA


Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro invita a una concentración de negro y en silencio.
EL 27 DE ABRIL ANTE EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA

El conflicto armado afecta en general la vida de la población, tiene efectos particulares sobre las vidas de las mujeres, jóvenes y niñas en la medida en que las formas de discriminación y violencia de género se exacerban y recrudecen en medio del conflicto.

MUJERES DE NEGRO CONTRA LA GUERRA-DE MADRID
Pedimos:
Al Gobierno Español que aplique la cláusula de condicionalidad en materia de derechos humanos para sus acuerdos comerciales. Rechazamos todo tipo de cooperación y acuerdos de carácter militar o venta de armamento.
Al gobierno colombiano, que ponga fin a la militarización social que vive ese país y que cumpla sus obligaciones; y mostrar la voluntad para alcanzar un acuerdo humanitario.
A las guerrillas que cesen en la utilización del secuestro y las violaciones sexuales como armas de guerra, y que muestren su voluntad política por llegar a una salida política y negociada al conflicto, para que cese la degradación y el impacto negativo sobre la población civil.
Expulsemos la guerra y la violencia de la historia y de nuestras vidas.

C/ San Cosme y San Damián, Nº 24, 2º
28012 – Madrid

COMUNICADO
Mujeres de Negro contra la Guerra de Madrid ante el Conflicto armado de Colombia
Colombia es un país con mucha riqueza natural y cultural, ocupando una posición geográfica privilegiada en América Latina. En medio de la imposición de una economía neoliberal y la construcción de grandes megaproyectos de infraestructura, se han profundizado las asimetrías en su población, generando una mayor vulnerabilidad y desigualdad de oportunidades.
Hace más de 50 años libra un conflicto armado, con unas profundas raíces sociales, económicas políticas y culturales. Todas las partes en el conflicto –Fuerza Pública, grupos paramilitares y grupos guerrilleros– cometen violaciones de los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
Muchas de las ayudas internacionales, lejos de resolver el conflicto y parar el narcotráfico, agudizan la guerra y el deterioro de las condiciones de vida de la población que está siendo fumigada, masacrada, secuestrada y desterrada de sus territorios. En los últimos veinte años, el conflicto ha cobrado la vida de al menos 70.000 personas, la gran mayoría de las cuales eran civiles que no tomaban parte en las hostilidades, además de causar más de tres millones de personas desplazadas (refugiadas) internamente, cientos de personas secuestradas y miles de personas desaparecidas forzadas.
En el contexto actual, el gobierno del Sr. Uribe con su política de Seguridad Democrática, ha adoptado una serie de medidas que privilegian y fortalecen el poder militar en detrimento de las instituciones civiles. Dicha política ha contribuido a empeorar su situación de inseguridad por la creciente militarización de la vida civil y, lo que es peor, les presiona a involucrarse en el conflicto por parte de los actores armados –incluido el ejército.
El conflicto armado tiene efectos particulares sobre las vidas de las mujeres, jóvenes y niñas en la medida en que las formas de discriminación y violencia de género se exacerban y recrudecen en medio del conflicto. Además de todas las formas y métodos de tortura aplicados al conjunto de la población, las mujeres sufren humillaciones y violaciones particulares relacionadas con su pertenencia de género. Están sometidas a la intimidación, al maltrato y la amenaza. Las madres y esposas que ven asesinar a sus maridos o hijos, son testigos de hecho y se convierten en objetivo militar para que no delaten, ni exijan justicia,; se criminaliza a las organizaciones de mujeres en diversas regiones del país; aumenta la violencia sexual en sus diversas formas, práctica utilizada por todos los actores armados. El pasado 6 de marzo fueron amenazas 15 mujeres activistas de Derechos Humanos tras una movilización nacional en solidaridad con las víctimas. Esto ha profundizado la crisis humanitaria.
El desplazamiento forzado tiene rostro femenino, las mujeres y la infancia representan el 70% de la población desplazada, de los cuales el 51% son madres cabeza de familia (la gran mayoría de víctimas son hombres). Todos los derechos humanos de la población desplazada están siendo sistemáticamente vulnerados.
En medio de los contrastes de Colombia y la barbarie de la guerra, miles de mujeres campesinas, urbanas, indígenas, afrodescendientes, profesionales, jóvenes, académicas, sindicalistas, feministas vencieron el miedo y han constituido un gran movimiento social de mujeres contra la guerra.
Mujeres de Negro contra la guerra apoyamos el Movimiento Social de Mujeres por la Paz, convencidas de la imperiosa necesidad de un acuerdo humanitario y una salida negociada al conflicto social y armado, solo es posible con la participación activa de estas mujeres. Por ello, demandamos:
Al Gobierno Español que aplique la cláusula de condicionalidad en materia de derechos humanos para sus acuerdos comerciales. Rechazamos todo tipo de cooperación y acuerdos de carácter militar o venta de armamento.
A los medios de comunicación, especialmente al grupo PRISA y Planeta, que no instrumentalicen y manipulen la realidad colombiana y cumplan con la ética periodista. Que no invisibilicen el trabajo del Movimiento Social de Mujeres.
Al Gobierno Colombiano, que ponga fin a la militarización social que vive este país, esto polariza y agudiza la guerra en detrimento de su Derecho al Desarrollo, la Justicia y la Libertad. Que cumpla con sus obligaciones y facilite la negociación política para alcanzar la paz, basada en procesos de verdad, justicia y reparación, teniendo en cuenta la participación de las mujeres de acuerdo a la resolución 1325 de Naciones Unidas. Un buen inicio es mostrar la voluntad para alcanzar un acuerdo humanitario.
A las guerrillas que cesen en la utilización del secuestro y las violaciones sexuales como armas de guerra, y que muestren su voluntad política por llegar a una salida política y negociada al conflicto, para que cese la degradación y el impacto negativo sobre la población civil.
Las mujeres no parimos hijos e hijas para la guerra

CONVOCATION OF WOMEN IN BLACK OF MADRID
The last Sunday of the month in the Plaza Mayor (next to the horse statue) At 12:00 noon
Women in Black invite you to a gathering in black and in silence.
APRIL 27 FACING THE ARMED CONFLICT IN COLOMBIA
The armed conflict affects the lives of the people in a general way and has particular impacts on the lives of women and female adolescents and children in that the forms of gender discrimination and violence are exacerbated in the midst of the conflict.

WOMEN IN BLACK OF MADRID
Ask of:
The government of Spain to apply the conditionality clause regarding human rights in their treaties regarding commerce and trade. We reject all manner of military cooperation and agreements and sale of arms.
The government of Colombia to put an end to the social militarization the country is experiencing and to fulfill its obligations and demonstrate the will to reach a humanitarian accord.
The guerrillas to stop the utilization of kidnapping and sexual violations as weapons of war and to demonstrate their will to achieve a political negotiated outcome to the conflict in order to draw a halt to the deteriorating conditions and negative impact on the civil population.

Let us expel war and violence from history and from our lives.

Women in Black Against War – Madrid facing the ARMED CONFLICT IN COLOMBIA

COMUNIQUE WIB

Colombia is a country rich in culture and natural resources and scenic beauty occupying a privileged geographical position in Latin America. Caught up in the imposition of a neo-liberal economy and the construction of mega-projects for infrastructure, growing imbalances in the population have been profound, generating increasing vulnerability and inequality of opportunity.
Over 50 years ago, an armed conflict broke out flamed by deep social, economic, political and cultural roots. All parties to the conflict — Public Forces, paramilitary groups, guerrilla groups – commit human rights violations and infractions of International Humanitarian Law.
Much of the international assistance, far from resolving the conflict and stopping drug-trafficking, intensifies the war and the deterioration of the conditions of life of the population, who are being fumigated, massacred, kidnapped and displaced from their land. In the last 20 years, the conflict has taken the lives of at least 70,000 persons, the great majority of whom were civilians who were taking no part in the hostilities. In addition, 3,00,000 people have been internally displaced, hundreds kidnapped and thousands forcibly disappeared.
At present, the government of Mr. Uribe, with his policy of Democratic Security, has adopted a series of measures that privilege and strengthen military power to the detriment of civil institutions. Said policy has contributed to worsening a situation of insecurity because of the growing militarization of civilian life and, what is worse, puts the pressure on them to become involved in the conflict on the side of the armed actors, the Army included.
The armed conflict has special effects on the lives of women and female adolescents and children in that the forms of gender discrimination and violence are exacerbated and intensified in the midst of the conflict. In addition to the forms and methods of torture applied to the populace in general, women suffer special humiliations and violations related to their gender. They are subjected to intimidation, maltreatment and threats. Mothers and wives who see their husbands or sons assassinated are witnesses to these atrocities and become targets of the military in order to forestall their denouncing the facts or demanding justice. In various parts of the country, women’s organizations are accused of criminal activity. Sexual violence in its various forms increases, a practice used by all the armed actors. This past 6 March, 15 female human rights activists were threatened after a national mobilization in solidarity with the victims, and this has resulted in a deepening of the humanitarian crisis.
Forced displacement is largely feminine with women and infants representing 70% of the displaced persons, of whom 51% are mothers who are head of household (the great majority of victims being men). All the human rights of the displaced persons are being systematically violated.
Amid the contrasts in Colombia and the savagery of war, thousands of women, both rural and urban, indigenous women and women of African descent, professionals, academics, members of labor unions and feminists have overcome fear and created a great social movement of women against war.
WOMEN IN BLACK AGAINST WAR support the Social Movement of Women for Peace, as we are convinced that a humanitarian accord and a negotiated outcome to the social and armed conflict is imperative and is possible only with the active participation of these women. For this reason, we demand:
-That the government of Spain apply the conditionality clause regarding human rights in treaties on commerce and trade. We reject all manner of military cooperation and sale of arms.
-That the media, especially PRISA y Planeta, not manipulate the facts of the reality of Colombia and that they fulfill their journalistic duties in an ethical manner and not disregard reporting on the work of the Social Movement of Women.
-That the government of Colombia put an end to the social militarization the country is experiencing, which polarizes and intensifies the war to the detriment of the Right to Development, Justice and Liberty . And we demand that the government comply with its obligations and facilitate political negotiation to achieve peace, based on truth, justice and reparation, and taking into account the participation of women as set forth in UN Resolution 1325. A good start is to demonstrate the will to reach a humanitarian accord.
-That the guerrillas cease the utilization of kidnapping and sexual violations as weapons of war and that they demonstrate their will to achieve a political and negotiated outcome to the conflict in order to draw a halt to deteriorating conditions and the negative impact on the civil population.

We women do not bear sons and daughters for war.

Madrid, 27 april 2008

Translation: Trisha Novak, USA

CONVOCATION DES FEMMES EN NOIR DE MADRID
Le dernier dimanche du mois à la Plaza Mayor (près de la statue équestre, le cheval) à 12,00 h
Les Femmes en Noir vous invitent à un rassemblement en noir et en silence
le 27 AVRIL FACE AU CONFLIT ARME EN COLOMBIE
Le conflit armé affecte la vie des gens de manière générale et a un impact particulier sur les femmes, les adolescentes et les petites filles car les formes de discrimination de genre et de violence sont exacerbées au sein de ce conflit.

FEMMES EN NOIR DE MADRID
Demandent que
-Le gouvernement d’Espagne applique la clause conditionnelle concernant les droits humains dans leurs traités sur le commerce et les échanges. Nous rejetons toute espèce de opération et d’accords militaires et la vente d’armes.
-Le gouvernement de Colombie mette fin à la militarisation sociale que connaît le pays et remplisse ses obligations et démontre la volonté d’arriver à un accord humanitaire.
-Les guérillas cessent d’utiliser des kidnappings et des violations sexuelles comme armes de guerre et démontrent leur volonté de réaliser une issue politiquement négociée au conflit afin de mettre fin aux conditions de détérioration et à l’impact négatif sur la population civile.

Expulsons la guerre et la violence de l’histoire et de nos vies.

COMMUNIQUE
Femmes en Noir contre la guerre – Madrid
face AU CONFLIT ARME EN COLOMBIE

La Colombie est un pays riche par sa culture, ses ressources naturelles et sa beauté paysagère, occupant une position géographique privilégiée en Amérique latine. Prise dans l’imposition d’une économie néolibérale et la construction de méga-projets pour l’infrastructure, le déséquilibre croissant pour la population a été profond, générant la vulnérabilité et une inégalité d’opportunités.
Il y a plus de 50 ans, un conflit armé a éclaté alimenté par des racines sociales, économiques, politiques et culturelles profondes. Toutes les parties dans le conflit – les forces publiques, les groupes paramilitaires, les groupes de guérilla – commettent des violations des droits humains et des infractions au droit humanitaire international.
Une grande partie de l’assistance internationale, loin de résoudre le conflit et d’arrêter le trafic de drogue, intensifie la guerre et la détérioration des conditions de vie de la population, qui est fumiguée, massacrée, kidnappée et déplacée de leurs terres. Dans les 20 dernières années, le conflit a coûté la vie à au moins 70.000 personnes, dont une grande majorité de civils qui ne prenaient pas part aux hostilités. De plus, 3.000.000 de personnes ont été déplacées à l’intérieur, des centaines kidnappées et des milliers ont disparu de force.
A présent, le gouvernement de Mr Uribe, avec sa politique de Sécurité démocratique, série de mesures qui privilégient et renforcent le pouvoir militaire au détriment des institutions civiles. La dite politique a contribué à empirer une situation d’insécurité à cause de l’augmentation de la militarisation de la vie civile et, ce qui est pire, en mettant la pression sur elle pour s’impliquer dans le conflit aux côtés des acteurs armés, y compris l’Armée.
Le conflit armé a des effets spéciaux sur la vie des femmes, des adolescentes et des petites filles car les formes de discrimination de genre et de violence sont exacerbées et intensifiées au milieu de ce conflit. De plus, par les formes et méthodes de torture appliquées de manière générale à la population, les femmes subissent des humiliations et des violations liées au genre. Elles sont l’objet d’intimidations, de mauvais traitements et de menaces. Des mères et des épouses qui voient leurs maris ou leurs fils assassinés sont des témoins de ces atrocités et deviennent des cibles de l’armée pour prévenir qu’elles dénoncent les faits ou réclament justice. Dans différentes parties du pays, des organisations de femmes sont accusées d’activité criminelle. La violence sexuelle sous ses différentes formes augmente, une pratique utilisée par tous les acteurs armés. Le 6 mars dernier, 15 militantes des droits humains ont été menacées après une mobilisation nationale en solidarité avec les victimes, ce qui a eu pour résultat un approfondissement de la crise humanitaire.
Le déplacement forcé est largement féminin avec des femmes et des enfants en bas âge représentant 70% des personnes déplacées, dont 51% sont des mères cheffes de famille (la grande majorité des victimes étant des hommes). Tous les droits humains des personnes déplacées sont violés systématiquement.
Au milieu des contrastes en Colombie et la sauvagerie de la guerre, des milliers de femmes, à la fois rurales et urbaines, indigènes et de descendance africaine, professionnelles et universitaires, membres de syndicats et féministes ont surmonté leur peur et créé un grand mouvement social de femmes contre la guerre.
LES FEMMES EN NOIR CONTRE LA GUERRE apportent leur soutien au Mouvement social des Femmes pour la Paix, car nous sommes convaincues qu’un accord humanitaire et une issue négociée au conflit social et armé sont impératifs et possibles uniquement avec la participation active de ces femmes. Pour cette raison, nous réclamons que
Le gouvernement d’Espagne applique la clause conditionnelle concernant les droits humains dans les traités sur le commerce et les échanges. Nous rejetons toute espèce de opération et de vente d’armes.
Les médias, et spécialement PRISA et Planeta ne manipulent pas les faits de la réalité colombienne et qu’ils remplissent leur devoir journalistique de manière éthique qu’ils ne négligent pas de rapporter le travail du Mouvement social des femmes.
Le gouvernement de Colombie mette fin à la militarisation sociale que connaît le pays, qui polarise et intensifie la guerre au détriment des Droits au développement, la Justice et nous exigeons que le gouvernement remplisse ses obligations et facilite une négociation politique pour arriver une paix basée sur la vérité, la justice et la réparation et prenne en compte la participation des femmes telle qu’elle est prévue par la Résolution 1325 de l’ONU. Un bon début est de démontrer la volonté d’atteindre un accord humanitaire.
Les guérillas cessent d’utiliser des kidnappings et des violations sexuelles comme armes de guerre et démontrent leur volonté de réaliser une issue politique et négociée au conflit afin de mettre fin aux conditions de détérioration et à l’impact négatif sur la population civile.

Nous, femmes, ne donnons pas naissance à des fils pour la guerre.
Madrid, 27 avril 2008
Traduction de l’espagnol en anglais de Trisha Novak, USA

Traduction de l’anglais en français d’Edith R. Belgique

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