Daily archives: 25th September 2018


CONVOCATORIA 30 Septiembre 2018: Avergonzar al mundo en estado de paz

English

El 30 de septiembre de 2018, último domingo de mes
En la Plaza Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la guerra – Madrid
Invitan
a una concentración de negro y en silencio:

Avergonzar al mundo en estado de paz

La Red de Mujeres de Negro contra la Guerra denunciamos los desplazamientos forzosos, nos avergonzamos de las políticas europeas y reclamamos:

Abrir las fronteras a todo tipo de desplazamientos.
Derecho a un hogar. Los campos para personas refugiadas no son un hogar.
Derecho al regreso de las personas refugiadas; no a la repatriación forzosa.
Derecho a la dignidad.
La paz es un derecho. La paz entendida como hogar, salud, alimentación y dignidad.
Oponerse e impedir el uso de la producción de armas y el comercio de armas.
Derecho a practicar la desobediencia civil y el boicot contra leyes injustas y políticas opresivas.
Pedimos especial protección para las mujeres y niñas víctimas de violencia de género, las personas perseguidas por su identidad sexual, las mujeres que luchan por sus derechos.
Llamamos a combatir los estereotipos y la manipulación, no olvidar que fuimos emigrantes.
Llamamos a la solidaridad con las refugiadas, a la escucha, al acompañamiento.
Apelamos a las alianzas feministas para resistir los desplazamientos.
Rechazamos el fascismo, su violencia y sus prácticas de odio y xenofobia en Europa.

“Todos deben saber que el Mar Mediterráneo es un cementerio de personas refugiadas sin nombre, en su mayoría de África”

Expulsemos la guerra y la violencia
de la historia
y de nuestras vidas

C/ San Cosme y San Damián, Nº 24, 2º
28012 – Madrid

……………………………………………………………………….

“El poder de la vergüenza para cambiar el sistema: avergonzar al mundo en estado de paz”

Esta frase fue una de las propuestas que surgieron en el XVII Encuentro Internacional de Mujeres de Negro contra la Guerra, celebrado en marzo de 2018 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Bajo el título “Vidas Desplazadas”, el objetivo era hacer frente a la herencia del racismo, odio y clase.
Las mujeres han sido desplazadas por el patriarcado, y ahora se trata de devolverle esta vergüenza al sistema patriarcal. Vergüenza que se extiende a todas las injusticias de los desplazamientos. La violencia del desplazamiento es algo en lo que las mujeres no podemos reconocernos.

Sudáfrica acoge a familias refugiadas que llegan desde Etiopía, Somalia, Zimbabue, Congo, Burundi, Ruanda, Nigeria, Malawi… En la época de Mandela, el país dio la bienvenida a solicitantes de asilo que huían de regímenes dictatoriales y corruptos. Un país con un desempleo cercano al 45% y en el que un cuarto de la población recibe subvenciones.

Sudáfrica tiene infinitas historias de desplazamiento, represión y esclavitud, y también tiene numerosas historias de resistencia colectiva. En la actualidad, sus principales ciudades están sufriendo el nuevo apartheid legal: el neoliberalismo, los procesos de gentrificación, la expulsión y aislamiento de las clases trabajadoras, de los pobres y la población negra hacia las afueras.

Los desplazamientos en África tienen múltiples causas: huida de conflictos armados eternos; emigración económica; migración por motivos de identidad sexual, represión y asesinatos de mujeres lesbianas; desempleo; desposesión de la tierra, de los recursos naturales, apropiación del agua. Incluso por padecer enfermedades mentales o por huir de matrimonios infantiles forzados.
Hay una fuerte relación entre las mujeres y el desplazamiento, porque la violencia de género no ha disminuido un ápice, y esto provoca el desempoderamiento de las mujeres africanas.

La Red de Mujeres de Negro contra la Guerra denunciamos los desplazamientos forzosos, nos avergonzamos de las políticas europeas y reclamamos:

Abrir las fronteras a todo tipo de desplazamientos.
Derecho a un hogar. Los campos para personas refugiadas no son un hogar.
Derecho al regreso de las personas refugiadas; no a la repatriación forzosa.
Derecho a la dignidad.
La paz es un derecho. La paz entendida como hogar, salud, alimentación y dignidad.
Oponerse e impedir el uso de la producción de armas y el comercio de armas.
Derecho a practicar la desobediencia civil y el boicot contra leyes injustas y políticas opresivas.
Pedimos especial protección para las mujeres y niñas víctimas de violencia de género, las personas perseguidas por su identidad sexual, las mujeres que luchan por sus derechos.
Llamamos a combatir los estereotipos y la manipulación, no olvidar que fuimos emigrantes.
Llamamos a la solidaridad con las refugiadas, a la escucha, al acompañamiento.
Apelamos a las alianzas feministas para resistir los desplazamientos.
Rechazamos el fascismo, su violencia y sus prácticas de odio y xenofobia en Europa.

“Todos deben saber que el Mar Mediterráneo es un cementerio de personas refugiadas sin nombre, en su mayoría de África”


CONVOCATION 30 September 2018: Shaming the World into a State of Peace

“The Power of Shame to Change the System:
Shaming the World into a State of Peace”


This phrase is one of the proposals that emerged from the XVII International Gathering of Women in Black against War, which took place in March of 2018 in Cape Town, South Africa. Under the title of “Displaced Lives”, the objective being to confront the inheritance of racism, hate and class.
Women have been displaced by the patriarchy and now it’s a matter of returning this shame to the patriarchal system – shame that extends to all the injustices of displacements. The violence of displacement is a situation in which we refuse to see ourselves.

South Africa welcomes refugee families arriving from Ethiopia, Somalia, Zimbabwe, Congo, Burundi, Rwanda, Nigeria, Malawi… In Mandela’s time, the country welcomed those who solicited asylum fleeing from dictatorial and corrupt regimes, a country with unemployment at 45% and in which one-fourth of the people receive subsidies.

South Africa has a multitude of stories about displacement, repression and slavery, and also numerous stories about collective resistance. At present, its main cities are suffering from the new legal apartheid: neoliberalism, gentrification, expulsion to outlying areas and isolation of the working classes, the poor and the black population.

Displacements in Africa have multiple causes: flight from eternal armed conflicts; economic emigration; migration motivated by sexual identity, repression and assassination of lesbian women; unemployment; taking of land, natural resources, and appropriation of water, even for suffering from mental illness or for fleeing from a forced childhood marriages.
There is a strong relationship between women and displacement because gender violence has not decreased one iota and this promotes disempowerment of African women.

The Network of Women in Black against War denounces forced displacement. We are embarrassed by the policies of Europe and demand:

Opening the borders to those displaced for any reason.
Right to a home. Camps for refugees are not homes.
Right of return for refugees; not forced repatriation.
Right to dignity.
Peace is a right, peace understood as a home, health, food and dignity.
Opposition to and prevention of the use of weapons and commerce in weapons.
Right to practice civil disobedience and boycott against unjust laws and oppressive policies.
Special protection for women and young girls who are victims of gender violence, persons persecuted for the sexual identity, women who fight for their rights.
Combating stereotypes and manipulation, not forgetting that we were immigrants, too.
Solidarity with the refugees, accompaniment and listening to them.
Calling on feminist alliances to resist displacements.
Rejection of fascism, its violence and its practices of hate and xenophobia in Europe.

“Everyone should know that the Mediterranean Sea is a cemetery of unnamed refugees, the majority of whom are from Africa”

Translation: Trisha Novak, USA – Yolanda Rouiller, WiB Spain