¡Por la Paz en el Cáucaso Sur!


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El 25 de octubre de 2020
Mujeres de Negro contra la guerra – Madrid
Invitamos a reflexionar:


“¡¡Por la Paz en el Cáucaso Sur!!”

Uno de los lugares más militarizados del mundo es la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, la franja que rodea la región autónoma conocida como Artsakh (para Armenia) o Nagorno Karabaj (para Azerbaiyán), donde a finales de septiembre se iniciaron de nuevo los enfrentamientos por parte de este último país.
Ambas Repúblicas llevan en disputa por este territorio más de 30 años, aunque las raíces del mismo pueden remontarse hasta comienzos del Siglo XX. Un enclave de mayoría armenia situado en suelo azerbayano, pero en la ruta de los intereses de otros Estados y corporaciones.

El Grupo Minsk de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), encargado de buscar una solución pacífica al conflicto, parece no existir. Los intentos de alto el fuego impulsados por terceros países han fracasado. La tregua está rota.

Las activistas por la paz de ambos países también reclaman una solución noviolenta al conflicto, que no se alcanzará mientras distintas naciones jueguen en la sombra buscando su propio beneficio, como son Turquía, Rusia, Irán o Israel. Tampoco ayudan las acusaciones mutuas entre los gobiernos de Azerbaiyán y Armenia, que arruinan la convivencia de la población civil, víctima como siempre de la militarización de la sociedad y del miedo a una nueva confrontación armada o a otra limpieza étnica.

Mujeres de Negro apoyamos las demandas que organizaciones juveniles pacifistas de ambos países nos han hecho llegar*:

* Un alto el fuego definitivo que permita el avance en las negociaciones para restaurar la convivencia en la zona, que ya ha sufrido a lo largo de los tiempos grandes pérdidas humanas, materiales, y desplazamientos forzosos.

* Restaurar el diálogo entre los dos pueblos, al margen de las diferencias étnicas o religiosas.

* Buscar fórmulas imaginativas, fuera de la territorialidad, que enfrenten los problemas de forma novedosa.

* Contar en las negociaciones con la participación de los movimientos civiles y de base, especialmente los impulsados por las personas que buscan una convivencia de buena vecindad.

* Frenar el ambiente de odio y desconfianza.

Por nuestra parte, denunciamos y reclamamos:

A los gobiernos de la zona, que no vayan en contra de su propia población, gravemente dañada ya por la crisis y el Covid.

Que ofrezcan garantías de respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Humanitario en el proceso de las negociaciones.

Que abandonen la propaganda nacionalista y el rearme e inviertan los recursos en la cooperación y la solidaridad.

Solicitamos a Europa que evite la intromisión interesada de las corporaciones extranjeras en las negociaciones.

Apoyamos a todas las personas de Nagorno Karabaj/Artsakh, Arzebaiyán y Armenia que se manifiestan en contra de la guerra, solicitando especial protección hacia los objetores de conciencia, desertores y activistas antiguerra.

Exigimos el derecho a la libre expresión para todas aquellas que condenan el conflicto armado, el odio nacionalista y la militarización.

Exigimos el cese de la represión y la criminalización de quienes abogan por la solución pacífica, el diálogo, la coexistencia y la solidaridad.

Reclamamos la inclusión de las organizaciones de mujeres en las mesas de negociación, según la Resolución 1325 de la ONU.

Denunciamos la venta de armamento del Gobierno español a Turquía, que alimenta militarmente este conflicto.

Dejemos oír la voz de la juventud comprometida y pacífica que busca nuevas alternativas a la solución del conflicto.

¡ Para la vida, todo. Para la guerra, nada !

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