El 29 de junio de 2014, último domingo de mes
En la Plaza Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la guerra – Madrid
Invitan
a una concentración de negro y en silencio.
Mujeres de la Red internacional de Mujeres de Negro
Homenajeamos a todas las mujeres que, en la Primera Guerra Mundial,
♀ por su oposición al rearme, al nacionalismo, al patriotismo y a la guerra, sufrieron amenazas, persecución, exclusión social, cárcel y muerte.
♀ defendieron durante toda la contienda que la igualdad de derechos de las mujeres y la paz estaban relacionadas y proclamaron que la guerra era evitable.
♀ apoyaron la solidaridad entre las mujeres y los pueblos por encima de las fronteras y naciones como el camino a la paz.
Expulsemos la guerra y la violencia
de la historia
y de nuestras vidas
28012 – Madrid
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Mujeres de Negro de Madrid recordamos a Casandras de la Gran Guerra, como:
Bertha von Suttner trabajó por evitar otra guerra, cualquier guerra. Su novela ¡Abajo las armas! es un alegato por la paz y describe los horrores del enfrentamiento armado. Fundó la Sociedad Austriaca de la Paz en 1891 y trabajó incansablemente a favor del movimiento pacifista internacional. Denunció el rearme en la paz, que arruinaría a las naciones y advirtió sobre la preparación de los estados para una gran contienda. Se enfrentó a la oposición virulenta de nacionalistas, clero y antisemitas. Al mes de su muerte se inició la Primera Guerra Mundial. Fue la primera mujer que recibió El Premio Nobel de la Paz.
Rosa Luxemburgo en febrero de 1914 fue arrestada por incitar a los soldados a la rebelión y declaró: “Si ellos esperan que asesinemos a los franceses o a cualquier otro hermano extranjero, digámosles: ‘No, bajo ninguna circunstancia'”. Un par de semanas tras el estallido de la conflagración, manifestó su desilusión porque el movimiento obrero europeo no había evitado la catástrofe. Estaba en contra de las directrices nacionalistas dentro del movimiento de la Internacional Socialista y pensaba que, una vez acabada la guerra, se podría llamar a cuentas a los “traidores”. Fue asesinada en enero de 1919 por paramilitares recién desmovilizados del frente de batalla.
Clara Zetkin fue dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán y organizadora de la sección de mujeres del partido. En su lucha contra la guerra, lanzó un llamamiento a las mujeres socialistas para que se opusieran enérgicamente a un enfrentamiento armado que solo beneficiaba a la burguesía machista, clerical y explotadora, y convocó a una Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas que tuvo lugar en la ciudad de Berna (Suiza). En esa conferencia se condenó la contienda imperialista con la consigna “Guerra a la guerra”. Por ello fue encarcelada y expulsada del partido.
En el contexto de la Primera Guerra Mundial se celebraron en Europa dos Congresos de Mujeres Pacifistas en 1915: el Congreso de Mujeres Socialistas Internacionalistas mencionado anteriormente y el Congreso Internacional de Mujeres, en La Haya, liderado por la sufragista y pacifista holandesa Aleta Jacobs y por Jane Addams (Premio Nobel de la Paz). En él participaron 1.136 mujeres, aunque a muchas de ellas sus gobiernos no les dieron pasaportes o las detuvieron en las fronteras. Al regresar a sus países fueron acusadas de “antipatriotismo” y bastantes de ellas detenidas o vigiladas por la policía. De este congreso nació la Liga Internacional de Mujeres Por la Paz y Libertad (WILPF) de la mano de importantes sufragistas que defendían que la igualdad de derechos de las mujeres y la paz estaban relacionadas y, en plena Primera Guerra Mundial, proclamaban que la guerra no era inevitable. Estos Congresos simbólicos e históricos tomaron resoluciones que sentaron las bases de un Movimiento Internacional de Mujeres por la Paz.
En 1917 se celebró el “Congreso Internacional de Mujeres por el entendimiento entre los pueblos”.
Hubo manifestaciones masivas de mujeres y diversas acciones contra la guerra en Berlín, en ciudades de Austria, Rusia y otros países. Mujeres pacifistas que vivían en las naciones beligerantes fueron perseguidas, encarceladas y sometidas a vigilancia policial. Hélène Brion, maestra pacifista francesa, fue acusada de traición y se la incapacitó para ejercer la docencia por distribuir panfletos pacifistas en 1918. Durante el juicio declaró: “Soy enemiga de la guerra porque soy feminista… Entre la guerra y el feminismo hay una contradicción total”.
Mujeres de Negro de Madrid visibilizamos nuestro reconocimiento y apoyo a todas las Casandras que en la actualidad trabajan por la desmilitarización social, por los Derechos Humanos, la solidaridad y un mundo sin guerras.
También homenajeamos a las compañeras de Mujeres de Negro que nos han dejado, Ana San Emeterio de Cantabria y Conchi Chaus de Valencia. Su compromiso y solidaridad nos acompañará siempre.