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El 28 de febrero de 2016, último domingo de mes
En la Plaza Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la guerra – Madrid
Invitan
a una concentración de negro y en silencio:
Para avanzar en
el camino de la desmilitarización y la paz,
en el 27 aniversario del movimiento de Insumisión
Mujeres de Negro de Madrid contra la guerra decimos
Queremos alzar nuestra voz para reclamar:
♀ Protección y apoyo para las activistas de paz en cualquier lugar del mundo.
♀ Libertad para las presas y presos por la Paz.
♀ Derecho a la Objeción de Conciencia a las estructuras militares.
♀ Desobediencia civil frente a los conflictos armados.
♀ Que no se recurra a las armas y al militarismo para solucionar los conflictos.
Expulsemos la guerra y la violencia
de la historia
y de nuestras vidas
C/ San Cosme y San Damián, Nº 24, 2º
28012 – Madrid
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Para avanzar en
el camino de la desmilitarización y la Paz
El pasado 20 de febrero se cumplían 27 años del movimiento de Insumisión. En aquel día de 1989 57 insumisos acudieron a los juzgados para declarar que no estaban dispuestos a prestar el Servicio Militar Obligatorio ni la Prestación Social Sustitutoria. Estos jóvenes se enfrentaban a penas de más de 2 años de cárcel, pero a pesar de esto y de las duras críticas que sufrieron al principio, poco a poco consiguieron un impresionante respaldo social que hizo del movimiento de Insumisión en España un caso único en el mundo.
Esta campaña de desobediencia civil se extendería hasta el año 2002, cuando fueron liberados de la cárcel los últimos insumisos a los cuarteles. La mili había dejado de ser obligatoria, pero la insumisión a los cuarteles pretendía poner el foco sobre el objetivo final de la Insumisión: la desaparición total de los ejércitos, de la industria militar, de la producción y comercio de armamento y, en definitiva, del pensamiento militarista como regulación de los conflictos.
En estos años 20.000 jóvenes se declararon insumisos públicamente, en torno a cuatro mil fueron juzgados y más de un millar encarcelados. Miles de familiares, amigos y compañeras de trabajo o estudios apoyaron y difundieron la desobediencia a los ejércitos. Muchas personas más se implicaron en diversos colectivos que desde entonces propagan el derecho colectivo a no tomar las armas y a enfrentarse a las guerras de forma noviolenta.
Aunque en ningún país se ha repetido un fenómeno similar, hoy existen presos y presas de conciencia a las instituciones militares en diversos lugares del mundo: desde Finlandia a Turkmenistán, como desde Ucrania a EEUU. Algunos ejemplos más relevantes son:
Armenia: Testigos de Jehová detenidos por negarse a realizar un servicio alternativo.
Azerbaiyán: presos acusados de traición por actividades en favor de la paz y la reconciliación con Armenia.
Corea del Sur: al menos 635 objetores de conciencia en la cárcel. Muchos de estos presos son Testigos de Jehová.
Eritrea: por eludir el reclutamiento o desertar del servicio nacional. Existe el reclutamiento de niños y niñas para las fuerzas armadas.
Israel: desde colectivos muy diversos las y los jóvenes se niegan a prestar el servicio militar o a actuar militarmente en los territorios ocupados de Palestina.
La India: por denunciar la Ley de Facultades Especiales de las Fuerzas Armadas.
Turquía: los objetores de conciencia al servicio militar son procesados por deserción.
Estos son sólo algunos de los datos recogidos por La Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) y Amnistía Internacional. Apenas existen noticias de otros países respecto a personas presas por motivos de objeción de conciencia al ejército, de insumisión o deserción. Pero sí conocemos la existencia de movimientos de noviolencia en diversas regiones. Las llamadas “primaveras árabes” fueron protestas pacíficas de la sociedad civil contra las dictaduras y a favor de los derechos humanos. En Iraq, en Siria, en Egipto, en Turquía, en Palestina, y en tantos otros lugares, los movimientos de noviolencia se han visto sepultados o invisibilizados por la actuación violenta de ejércitos y facciones militares.
Por eso queremos alzar nuestra voz para reclamar:
♀ Protección y apoyo para las activistas de paz en cualquier lugar del mundo.
♀ Derecho a la objeción de conciencia a las estructuras militares.
♀ Desobediencia civil frente a los conflictos armados.
♀ Libertad para las presas y presos por la Paz.
♀ Que no se recurra a las armas y al militarismo para solucionar los conflictos.