Sin embargo, aprovechando que el pasado día 8 de marzo ha sido el Día de la Mujer, queremos recordar que:
Nuestro feminismo es antimilitarista
♀ Visibilizar y alimentar las redes de mujeres que sostienen la vida.
♀ Reconocer y celebrar a todas las mujeres que, a lo largo de la historia y también ahora mismo, tienden puentes y trabajan por la paz.
♀ Denunciar la guerra y todas sus causas.
♀ Denunciar a quienes preparan, declaran y dirigen las guerras, a las que nos llevan para perse-guir sus intereses.
Como mujer, mi patria es el mundo.»
Virginia Woolf
de la historia
y de nuestras vidas.
28012 – Madrid
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Nuestro feminismo es antimilitarista
Nosotras queremos volver a recordar cómo afectan las guerras y los conflictos armados a las mujeres. En estas circunstancias, sumada a la violencia que sufre toda la población, la violencia sexual se sigue utilizando como arma de guerra específica contra nosotras. Además, las mujeres, junto con los menores, constituyen la mayor parte de la población desplazada en zonas de conflicto. En tiempo de guerra, los Derechos Humanos se ven recortados y los logros conseguidos por la lucha feminista se ven mermados.
Aunque la Resolución 1325 de la ONU, publicada en el año 2000, reconoce por primera vez la problemática específica de las mujeres en las guerras y el papel que estas deben jugar en los procesos de paz, su implantación ha traído como consecuencia que la seguridad de las mujeres esté aún más militarizada. Esta militarización perpetúa la guerra. En todos estos años, ni ha mejorado su seguridad ni ha disminuido la violencia sexual en las zonas de conflicto armado. Nosotras creemos que la seguridad humana va más allá de la intervención militar o policial. Al hablar de seguridad hay que hablar también de justicia y de seguridad alimentaria, ambiental, comunitaria o económica, que se desarrollan en una sociedad en paz.
Cuando las mujeres huyen del conflicto, en muchos casos después de haber sido abusadas, en su recorrido hacia zonas más seguras sufren trata, discriminación y, al llegar a nuestros países, no es reconocido su estatus de refugiadas, es decir, no se les aplica la Resolución 1325 que todos los países europeos han firmado.
Por todo esto, nuestro feminismo es antimilitarista, porque la guerra y el patriarcado son dos caras de una misma moneda y, por tanto, la guerra, enemiga de toda la Humanidad, es especialmente dañina para las mujeres, su seguridad y sus derechos.
Mujeres de Negro contra la guerra queremos:
♀ Visibilizar y alimentar las redes de mujeres que sostienen la vida.
♀ Reconocer y celebrar a todas las mujeres que, a lo largo de la historia y también ahora mismo, tienden puentes y trabajan por la paz.
♀ Denunciar la guerra y todas sus causas.
♀ Denunciar a quienes preparan, declaran y dirigen las guerras, a las que nos llevan para perseguir sus intereses.
Como mujer, mi patria es el mundo»
Virginia Woolf